
Hemos de reconocer que a menudo
el área de la autonomía queda ligeramente olvidada, ya que se
suele centrar los esfuerzos en las demás áreas del desarrollo a trabajar.
Cierto es que éstas son vitales, pero no debemos olvidar que la autonomía es el
pilar del desarrollo del niño, del adolescente, del adulto y del anciano. Por
eso no debemos olvidarnos de ella en ningún momento del proceso.
Pensemos que conseguir AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA es objetivo de la
Atención Temprana.
Todos los profesionales que conforman y
trabajan en la Atención Temprana son el apoyo fundamental, pero no debemos
olvidar de que también el verdadero estímulo y motor del niño será el trabajo
que se realice desde la familia. Es muy importante entender que el éxito del
proceso depende, en gran medida, de la implicación y el entorno familiar.
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